¿Quién conoce tus contraseñas? ¿Alguien te ha preguntado por ellas? ¿Tu pareja o un amigo? ¿Cómo te hizo sentir ese pedido? ¿Celosa de tu intimidad, incómoda o no te preocupó para nada? ¿Qué método usas para compartir tus contraseñas? ¿Twitter DM? ¿Es seguro?
 
Actualmente, compartir contraseñas es bastante común. Constantemente estamos compartiendo espacios e información en el mundo digital, lo que significa que nuestras parejas pueden acceder a nuestras vidas más que antes. Muchas veces se cree que dos personas en una relación deben compartir sus contraseñas como un signo de confianza, intimidad y compromiso. Pero, ¿es así reamente?
 
Podrías pensar, no tengo nada que ocultar. Pero no se trata de tener algo que ocultar. Se trata de tener control sobre tu propio espacio e identidad, que es fundamental para tu autonomía, tu autoestima y tus relaciones. ¿Qué pasa si a tu pareja no le gusta lo que ve y trata de censurarte o bloquear a tus amigos? ¿Qué pasa si ustedes terminan su relación? Puede ser que ahora haya confianza entre ustedes, pero una simple contraseña puede abrir las puertas para que un amante despechado abuse gravemente de tu privacidad y seguridad.
 
Confianza es cuando tu pareja no necesita o no quiere saber tu contraseña. En cambio, si espera o exige que se la des, entonces lo más probable es que no confíe en ti o que quiera controlarte. En una relación abusiva, las contraseñas compartidas llevan al monitoreo en línea, al aislamiento en las redes sociales, las amistades destruidas, la vergüenza pública, el robo de identidad y la pérdida de acceso. Además, las personas que sufren violencia de pareja requieren privacidad en internet y en el celular para poder acceder a la información y las herramientas que les ayuden a encontrar seguridad.
 
Cualquier seguridad que ganes al compartir tu contraseña es temporal. Tú tienes derecho a tu privacidad, y eso es fundamental en una relación.
 

ACTÚA

 

REALIZA UNA ENCUESTA Y PROVOCA UNA CONVERSACIÓN

 
Realiza una encuesta sobre el tema de compartir contraseñas en tus redes sociales o en tu propio sitio web para dar pie a una conversación sobre buenas prácticas en torno a las contraseñas. Estos son algunos ejemplos de preguntas y respuestas:
 
  • ¿Compartes tus contraseñas?
        Sí, no, a veces, depende
  • ¿A quién le has dado tus contraseñas?
        Pareja, amigo, miembro de la familia
  • ¿Por qué compartes tus contraseñas?
        Mis padres lo requieren, mi pareja lo exige, las olvido fácilmente, porque quiero
  • ¿Alguna vez tu pareja te ha exigido o esperado que las compartieras?
        Sí, no
  • ¿Alguna vez has exigido o esperado que tu pareja las compartiera?
        Sí, no
  • ¿Compartir contraseñas es una expresión de confianza o de falta de ella?
        De confianza, falta de confianza, no sé
  • ¿Compartir contraseñas es una forma de control?
        Sí, no, a veces, no sé
  • ¿Compartirías tu diario con tu pareja?
        Por supuesto, tal vez sólo una página, de ninguna manera, depende, no sé
  • ¿Existen algunos espacios o momentos privados que deberías guardar para ti misma
        Definitivamente, tal vez, no, no sé
 
No te olvides de usar #takebackthetech y cuéntanos el resultado de la encuesta por correo electrónico a ideas@takebackthetech.net o deja un comentario en esta página.
 
Las contraseñas son salvaguardias importantes de tus mundos. Para saber más acerca de ellas y cómo crearlas mejores y más seguras. ¡Exige tu derecho a la privacidad! Transforma la confianza.