No hay duda de que hay mucho material sexualmente explícito en internet. Tampoco la hay de que en su mayoría está dirigido a satisfacer los deseos de los varones heterosexuales. Al mismo tiempo, la creciente facilidad con que uno/a puede publicar materiales en internet, así como la forma en que esto facilita el trabajo en red, también significan que cada vez más las sexualidades escondidas, marginadas y silenciadas encuentren un espacio para expresar, comunicar y articular la diversidad.

Las mujeres en particular, habiendo sido por mucho tiempo entendidas y definidas como objetos pasivos en la historia del sexo, estamos tomando el tema en nuestras propias manos y creando arte erótico hecho por mujeres para mujeres, publicando blogs cautivadores y francos sobre nuestros encuentros sexuales y asumiendo la autoría de lo que significa ser un sujeto sexual. Esto tiene un gran potencial para alterar muchas ideas y pautas culturales sobre las sexualidades. Y, a su vez, puede desafiar la perpetuación de la violencia sexual contra las mujeres que se apoya en la lógica de los varones como actores sexuales y las mujeres como objetos sexuales.

Sin embargo, los gobiernos, el sector privado, los proveedores de servicios de internet y actores de la sociedad civil están más alertas para controlar qué tipo de información y contenidos están disponibles en internet. En general, la pornografía y los materiales sexualmente ofensivos se citan como motivos legítimos para bloquear sitios web, implementar software para filtrar contenidos, introducir códigos de contenido de internet, etc.

A menudo, estos mecanismos bloquean no sólo sitios normalmente entendidos como "pornográficos", sino también información crucial relacionada con la salud sexual y reproductiva, el VIH/SIDA y sexualidades diversas como lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.

Las mujeres están en el centro de este debate, y son a veces comparadas con niños en la necesidad de protección. Aún así, las mujeres no están presentes de viva voz en las discusiones donde se toman esas decisiones.

¡Dominemos la tecnología! Manifiesta tu derecho a las sexualidades, a la información, la comunicación y la comunidad. ¡Lleva las historias y la información silenciadas en los espacios en línea a los espacios físicos que ocupas!

Haz una tarjeta de visita:

  • Las cabinas telefónicas públicas a menudo están cubiertas de pequeños stickers y tarjetas que hacen publicidad de diversas cosas. En algunos sitios, los trabajadores sexuales y sus agentes colocan allí tarjetas de visita como medio de hacer públicos sus servicios.
  • Hazte cargo y cambia el paisaje de sexualidad en donde vives. ¡Haz tu propia tarjeta de visita!
  • Puedes hacerlas en pequeños trozos de cartulina, escribe el mensaje a tinta, con lápices de colores o crayones o puedes diseñarlas en una computadora e imprimirlas, puedes recortar titulares de los periódicos y convertirlos en collages o hacer plantillas.
  • Escribe el mensaje con información sobre algún tema del derecho a la sexualidad a menudo censurado o silenciado, como por ejemplo:
  • * Titulares relacionados con el VIH/SIDA
  • * Citas hechas por mujeres con discapacidades sobre sus deseos
  • * El enlace de tu sitio web favorito de arte erótico para mujeres
  • * Retazos de la realidad y vida de mujeres lesbianas y bisexuales que no sean necesariamente acerca de sexo
  • * El número de una línea de apoyo de una organización de salud sexual y reproductiva local
  • ¡Cualquier cosa que se te ocurra que altere las sexualidades permitidas y censuradas!
  • Al final de cada tarjeta de visita, escribe: "Llame a: 1-000-takebackthetech-net!"
  • Haz una recorrida por tu zona y pega las tarjetas en las cabinas telefónicas

¡Cambia el paisaje de lo que se ve y se oye sobre las diversas sexualidades femeninas y haz circular la información!